domingo, 21 de septiembre de 2008

Respuesta

Acudo desprovisto de cualquier pretensión bélica u ofensiva, no puedo sin embargo, omitir las palabras vertidas en este espacio que buscan herir y que terminan muy lejos del blanco pretendido. Cualquiera que me conozca descubre, sin mucho esfuerzo, mi afán lúdico y humorístico en mi comentario a JB y no habría tomado eso como referente o declaración de principios. Curiosamente no es él quien responde si no EZ, a quien mis palabras parecen golpearlo en el centro mismo de sus pesares o preocupaciones actuales. La historia sobre el mayor Gopal ha sido captada y asimilada. He decidido también que merece una respuesta.

Chemo: Lamento profundamente si ofendí en algo tus contradictorias convicciones porque ese no era el objetivo y aclaro que prefiero mantenerme al margen de este tipo de discusiones personales en el futuro (dentro de este espacio), ya que asumo el carácter colectivo del mismo.

Un abrazo para todos.

Mi respuesta:

Pienso que la provocación es un paso altanero que promueve la violencia. Si una política o ideología pretende basarse en la no violencia como principio fundamental, creo entonces, que debería evitar también aquellas manifestaciones que tienden a su promoción o a su origen. No es fácil lanzar un escupitajo y no recibir una respuesta a ello. Eso sería reflejo de poner la otra mejilla algo que me produce asco y que involucra también esa religión que tanto te atrae y criticas.

“Pensé también en la enorme capacidad de seducción que la agitación y el conflicto tienen para los escépticos, para lo que ya no creen en nada y piensan que el mundo es un lugar terrible donde sólo hay sufrimiento. Pensé que eso, es una forma fastidiosa de catolicismo sin Dios, una forma de nihilismo burgués. Y coincidí con el Mayor Gopal en que Gandhi era muy grande”.

Asumo que la vida es lo más preciado que tengo. No creo en otra vida, ni en la separación del alma y el cuerpo. ¿Cómo podría ser el alma algo más perfecto que el cuerpo humano? ¿Es posible? Yo amo los cuerpos y los celebro a mi manera. Tampoco creo en alguna institución más que en cualquiera de mis certezas. Si pienso que el mundo es un lugar terrible donde hay mucho sufrimiento y no por ello apelo a su destrucción si no a la del sistema que lo soporta y lo funda. Justamente porque el mundo y la vida valen la pena vivirlos es que creo que las cosas deben cambiar. Tengo un profundo respeto por la vida personal y la de los otros pero no creo en dejármela arrebatar por quien no lo ve del mismo modo.
Realmente creo que son muy pocos quienes podrían ver su muerte o la muerte de quienes queremos sin reaccionar de algún modo violento. Tal vez profundas convicciones religiosas lo permitan pero no es mi caso y no pretendo vivir bajo las creencias o predicciones de otros. Además he de reconocer que cada día siento menos respeto por los hombres de fe y por aquellos que un día se excusan magistralmente con pomposos discursos y luego sus actos y acciones cotidianas los contradicen por completo.
Sobre Gandhi diré que es otro personaje que refleja profundas contradicciones. Hay un Gandhi al que respeto y admiro profundamente y hay otra parte de él que me parece repulsiva. Cuestión de enfoque supongo. En mi parecer la política de no cooperación hacia los gobiernos o instituciones opresivas es un acierto. La verdad siempre, la igualdad y la convicción en el cariño a los otros también. Yo creo en la no violencia para conseguir la transformación pero creo que es necesario tener una dosis de respuesta si quieren destruir lo que se ha edificado en pos de una vida mejor.
No creo que nadie pueda sentarse a mirar como se calcina lo logrado en cada uno de los preceptos mentirosos que el sistema nos ofrece. Yo pienso que Gandhi también pensaba de este modo y por ello se enfrentaba a la contradicción discursiva. Por ejemplo, es conocido (y comprendido) que durante el conflicto indo-pakistaní (manipulado por Inglaterra), hizo públicas sus ideas acerca de obviar las políticas de paz y no violencia contra Pakistán, en caso de hostilidades. ¿Flexibilidad de la regla? ¿Humana debilidad?
Gandhi dijo: “Estoy convencido de que la no violencia es infinitamente superior a la violencia, pero creo que en el caso en que la única opción posible fuera entre la cobardía y la violencia, yo aconsejaría la violencia… Preferiría que la India recurriera a las armas para defender su honor, antes que, de una manera cobarde, se convirtiera en testimonio del propio deshonor”.
No siento ajeno un pensamiento de este tipo porque entiendo el momento histórico en que fue concebido y porque se que la elección, en muchos casos, no es solamente nuestra si no que aparece como reflejo del hastío hacia un sistema injusto y decadente que nos violenta en la intimidad y en lo colectivo. No querer verlo o no querer cambiarlo es en mi parecer, un acto clase mediero, pretencioso y cobarde, de comodidad inalterada. Gandhi también tuvo enseñanzas sobre el amor, el respeto, la dignidad humana y las formas que deben guiar las relaciones sociales dentro del marco de la no violencia. Rescato esa parte del discurso con dos citas:

"No puedo tolerar la menor concesión a la mentira en mis escritos. Estoy dispuesto a rechazar todo lo que se consiga con mengua de la verdad y, por otra parte, estoy convencido de que no hay mas religión que la verdad".
"No quiero mi casa amurallada por todos lados ni mis ventanas selladas. Yo quiero que las culturas de todo el mundo soplen sobre mi casa tan libremente como sea posible. Pero me niego a ser barrido por ninguna de ellas. Me niego a vivir en casa ajena como un intruso, un mendigo o un esclavo".

La parte que detesto.

“[Tyler and narrator are discussing ideal opponents.] Tyler Durden: ok: any historic figure. Narrator: I'd fight gandhi. Tyler Durden: good answer”.

Este pasaje de Fight Club siempre me generó dudas y cuestionamientos profundos. Siempre quise averiguar por qué un tipo como Chuk Palahniuk (que no olvida un solo detalle) incluiría ese episodio en el libro y se las arreglaría para hacerlo también en la película. Tendría que ser importante o poseer un mensaje feroz.
Un día me encontré algunos discursos de Gandhi respecto de la persecución nazi hacia los judíos que produjo en mí un sentimiento violento. Pensé ¿qué clase de ser humano puede pedirle a otro este tipo de actos cobardes?
A inicios de la Segunda Guerra Mundial, Gandhi llevó su discurso no violento al extremo citando el Sermón de la Montaña (la idea de no responder al mal con el mal), y declaró que los judíos “ganarían el amor de Dios al ir voluntariamente hacia sus muertes”. También sugería:
"Dejen las armas, por cuanto éstas no van a servir para salvarles a ustedes ni a la humanidad. Deben invitar a Hitler y Mussolini a que tomen todo lo que quieran de sus países. Si quieren ocupar sus casas, váyanse de ellas. Si no les permiten salir sacrifíquense a ellos, pero siempre rehúsen rendirles obediencia".
No pude dejar de pensar que para mí morir no era una opción y en qué tanto de nosotros mismos se destruye cuando dejamos que nos arrebaten aquello que queremos y hemos construido. No me refiero por supuesto a las cosas materiales sino a las otras. Me refiero a si dejarse matar por otro no es solo una cobarde forma de rendir obediencia a la estupidez y el horror. Entonces he reconocer que apreté mis puños y al igual que el Narrador de la novela, ¿Cornelius? ¿Rupert? supe que a ese Gandhi, yo también quisiera molerlo a golpes.
FC.

4 comentarios:

adriana dijo...

Concuerdo con FC. I´d fight Gandhi. Skinny boys fight 'till they're burguer. Y no todos los personajes son tan lineales como nos dicen en la escuela...el mundo real siempre es otra cosa...

patricio.betteo dijo...

Former HC Queen es Adriana.
Trátenla con amor, caterva de zánganos.

Cariños NeuroPacifistas a todos.

patricio.betteo dijo...

Buscando una imagen para ilustrar el texto, hallé ésta. Ya la he usado en mis abundantes espacios virtuales, pero acá se amolda perfectamente.

La necesaria pátina roja sobre el arcoiris.

FCC dijo...

Bienvenida Adriana...sabía que ese apoyo debía provenir de alguien que comparte algunas de mis amarguras y visiones del mundo. Pensé en ti pero no estaba tan seguro como para asumirlo abiertamente. Que el espacio crezca y que las voces se escuchen es mi deseo.

Pato: pronto, cada vez más pronto, me pongo en contacto contigo no creas que me olvido de nuestros asuntos y planes.

Las cosas lentamente comienzan a ser un poco más normales.

Abrazos a todos y ojalá sigamos adelante juntos con este proyectito.

FC